Bacalao marinado con salmorejo
La textura que conseguimos con el pescado es uniforme, con una consistencia y una intensidad de sabor muy interesante. Como contraste elegimos el salmorejo por ser un plato en sí mismo, este plato es un entrante goloso y fresco que la intensidad salina y mineral del pescado va a encontrar como compañero ideal para un primer plato o un aperitivo para cualquier época del año.
Una buena idea es marinar el pescado, limpiar transcurridas las 24 h pertinentes y reservar el bacalao en la nevera para su uso. Resiste en la nevera un par de semanas.
Ingredientes:
- Para marinar el bacalao.
- 200g de azúcar.
- 40 g de sal.
- 400g de bacalao en su punto de sal.
- Cs de eneldo.
Para el salmorejo:
- 1,3 kg de tomates.
- 125 g de pan dura.
- ½ diente de ajo.
- 120 g pimiento rojo limpio.
- 50 g pimiento verde limpio.
- 90 g aceite de oliva virgen extra picual.
- 2 cc sal.
- (azúcar).
Modo de preparación:
Para marinar el bacalao, descongelamos el pescado, secamos muy bien con un paño y quitamos la piel, lo introducimos en un recipiente, cubrimos por encima y por debajo con la mezcla de azúcar, sal y eneldo. Envolvemos con film transparente y dejamos marinar en la nevera durante 24 horas.
Para el salmorejo, lavamos bien las hortalizas y las añadimos a la Thermomix ya troceadas, el tomate, los pimientos, el ajo, sal y aceite. Programamos 10 minutos a velocidad 7-8 y dejamos turbinar. Cuando hayan pasado un par de minutos, vamos añadiendo trozos de pan para que vaya dando textura. En casa de elaborar con una túrmix, seguir los mismos pasos pero en cantidades menores para facilitar su buen resultado.
Una vez que haya tomado el punto cremoso adecuado, probamos y ponemos al punto de sal. Si el resultado es muy ácido, podemos incorporar una cucharada de azúcar y dejar turbinar un minuto para que se disuelva. A continuación colamos para así eliminar restos y que el resultado sea lo más cremoso y suave posible.
Consejo para emplatar: Sacamos el bacalao y lo limpiamos bien con agua fría. Secamos bien y cortamos en tiras de medio centímetro. Servimos el salmorejo en un plato hondo, añadimos unas gotitas de un buen aceite de oliva virgen extra, un poco de cebollino picado si disponemos de él o de alguna otra aromática anisada y fresca que tengamos a mano (estragón, cilantro, etc.)